Desde el comienzo entendimos que el derecho a la educación es un derecho básico que se encuentra impugnado en el barrio. Por ello, otra de las premisas que guía nuestra práctica es que creemos que las personas que viven en la villa 31 tienen derecho a la educación superior pública, gratuita y de calidad. Este sigue siendo el objetivo y la construcción. El Profesorado Dora Acosta es una experiencia joven pero fuerte, es una experiencia innovadora y revolucionaria.
El Dorita no es una experiencia aislada. El Dorita es una institución que puede lograr sus objetivos pedagógicos sólo como parte de un sistema educativo más amplio. Formar parte de entramado de la educación pública de CABA significa aprender de cada una de las experiencias de la escuela y otros institutos, ser parte de la lucha por la educación pública y popular, por los derechos de los/las trabajadores/as de la educación y destruir los muros simbólicos que existen entre el barrio y el resto de la ciudad construyendo más educación pública y popular.
En lo que refiere a las articulaciones de la institución, una de las más importantes surgió hace dos años con el Departamento de Ciencias de la Educación de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. La articulación surgió por inquietud de la dirección del Departamento de ese momento que, habiendo visto una convocatoria de docentes del Profesorado por las redes, decidieron contactarse para recibir más información. Algunas de las preguntas que guiaron este acercamiento fueron qué concepción y relación tenía el ese profesorado con el subsistema de formación docente; quiénes trabajaban y cómo se accedía a los cargos; cómo resolvían las cuestiones cotidianas como la realización de prácticas, el dictado de clases, las cuestiones burocráticas, qué relación establecían entre el modelo de docente a formar y las propuestas de enseñanza en cada materia. En pocos encuentros, empezamos a identificar varios interrogantes y puntos de vista compartidos que queríamos explorar juntos.
Uno de los principales puntos en común es la concepción sobre cómo deben vincularse lo popular y lo público en la educación. Pensamos que ambas categorías no pueden entenderse como conceptos antagónicos y contradictorios sino más bien como pilares de una educación basada en el ejercicio del derecho a la educación y garantía de la justicia social. Otro elemento central es la idea de búsqueda de pertenencia a “Lo común”. A veces nos enfrentamos a la desconfianza que genera la idea de “lo popular” como aquello que carece de legalidad, o que está en los márgenes del sistema. La apuesta del Dorita implica pensar lo popular disputando lo público, articulando y vinculándose con un sistema educativo que exige su apertura y ampliación, incorporando a aquellos y aquellas que históricamente fueron excluidas del acceso a la educación.